Las transiciones (2/2)
Hace unos dias publicamos un artículo en el que se explicaban las mejores opciones para hacer la primera transición del triatlón que pasa de la natación al ciclismo. Ahora les presentamos las diferentes opciones válidas para afrontar la segunda transición: de la bici al trote.
Unas gomas elásticas y un fijador es el mejor método para atar rápidamente las zapatillas |
En cuanto estamos acabando el sector de ciclismo tenemos dos posibilidades en cuanto a transición a la carrera a pie se refiere:
1. La mas rápida, sobre todo si eres un triatleta más o menos experto, pasa por sacar los pies de las zapatillas y seguir pedaleando con los pies encima de los pedales en cuanto te aproximas a la zona de transición, hasta frenar en el lugar que el juez te indica, bajas de la bici y corres con ella hasta tu lugar en la zona designada
2. La otra opción, si prefieres no hacer equilibrios ni bajar de la bici en marcha, es que en cuanto llegues al lugar indicado por el juez para bajar de la bici, lo haces y sigues corriendo con las zapatillas de ciclismo puestas hasta tu zona. Allí te cambias de calzado.
Detalle de cómo queda atada la zapatilla para el tramo final de la carrera a pie |
Una vez llegas a tu zona, donde has dejado las zapatillas para correr, el dorsal, gorra, geles… solo tienes que ponerte las zapatillas y salir corriendo. El mejor sistema para no perder tiempo atándotelas es utilizar gomas elásticas y unos cierres automáticos, tal como puedes ver en las fotos. Puedes usar sólo las gomas elásticas, pero la sujeción nunca es demasiado fuerte, y si las has puesto demasiado ajustadas, te costará mucho ponértelas.
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